
El 2024, no sólo será un año de definiciones políticas para Benito Juárez como para el resto de los municipios de Quintana Roo, sino que también implicará cambios, al agregarse el mantenimiento de la zona hotelera de Cancún, de confirmarse la desaparición de Fonatur en esta administración federal.
Desde febrero pasado, a nivel nacional se dio a conocer que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), creado en 1974, dejaría de tener funciones. Este año contó con un presupuesto de 144 millones 662 mil pesos para la construcción del Tren Maya y de 130 millones 808 mil pesos para Fonatur Infraestructura.
Este último presupuesto es el que se distriburá para el mantenimiento de los destinos turísticos de los estados de Quintana Roo (Cancún y Cozumel), Oaxaca, Baja California Sur, Guerrero y Sinaloa.
Los recursos serían transferidos a los estados y de éstos a los municipios.
El presidente del Observatorio Legislativo, Eduardo Galaviz Ibarra, dijo que en Benito Juárez, no sólo se definirá la permanencia o cambio de la actual presidenta municipal Ana Patricia Peralta en las elecciones locales de junio de 2024.
Sino también que la persona que gane la elección tendría que asumir el mantenimiento de la zona hotelera de Cancún, que es una de las principales generadoras de divisas al país por concepto de visitantes de origen extranjero.
Y hasta ahora no se han tomado las previsiones necesarias sobre este tema, como son la creación de una alcaldía como de un Consejo Ciudadano para los ciudadanos y empresarios que tienen negocio en esta zona participen en la toma de decisiones sobre el uso del presupuesto etiquetado para el mantenimiento.
Explicó que el anuncio de la desaparición de Fonatur -en febrero pasado- como el aviso el 16 de noviembre pasado en el Diario Oficial de la Federación de la venta de terrenos en los Centros Integralmente Planeados (CIP’s), son parte de los indicios que apuntan a que dejará de operar este organismo a nivel nacional.
El siguiente problema que tendría en sus manos, la persona que asuma las riendas de Benito Juárez será administrar los recursos para darle mantenimiento a la zona hotelera. Además de la necesidad de ampliar el número de plantas de tratamiento de aguas residuales -actualmente hay 3- que arrojan el uso de 43 mil 109 habitaciones y la presencia de 6.7 millones de visitantes, ambas cifras de 2022.
Además, de que en el próximo año entrará en operación el puente Nichupté y requerirá recursos para la limpieza y colocación de pintura, entre otros, de manera anual.
«Benito Juárez tiene un presupuesto pequeño para obra pública, de 6 mil mdp. Y va a requerir más recursos, de los que pudiera transferir Fonatur, que en promedio van de los 250 millones, 290 millones o 200 millones de pesos por año», dijo Galaviz Ibarra.
Esto sin considerar el presupuesto que requiere atender la contaminación de la Laguna Bojórquez.
«Debemos estar atentos a las decisiones políticas y administrativas, una vez que se concluya la desaparición de Fonatur, como la creación de un Comité ciudadano para opinar sobre los usos de suelo, el tipo de policía que se requeire en la zona hotelera como decisiones de política pública», dijo.
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