La catedrática y escritora dice que se vienen tiempos difíciles porque no habrá la demanda suficiente para toda esta oferta turística que se está construyendo.
“Es exploración mucho de lo que hay en la industria hotelera”, dice con respecto a los salarios de la hotelería en Quintana Roo.
Luciano Núñez
Las crisis no aparecen de la nada: dan indicios. El año pasado Quintana Roo superó los 134 mil cuartos de hotel. Y para este 2025 se esperan las inauguraciones de las moles de lujo St Regis, Excellence y Palladium. En 2024, los hoteleros se alarmaron con ocupaciones inéditas (por lo bajas) del 55 por ciento, en parte, por la crisis de asientos de avión y otros factores climatológicos, ademas de una caída del 4 por ciento en las operaciones del mismo año en el Aeropuerto Internacional de Cancún. Frente a este escenario la pregunta surge sola: ¿resiste el mercado? ¿Al ritmo que crece la construcción de cuartos de hotel, el mercado aguantará la escalada que sumará hoteles este año, mientras los salarios se mantienen desde hace dos décadas? ¿Habrá beneficios compartidos? Le consulto a una verdadera especialista en turismo sustentable, la catedrática de la Universidad del Caribe (Unicaribe), Christine McCoy, quien ha publicado una tesis: “El espejismo de Cancún” y los libros “Cancún a 50 años de un sueño” y “¿Quién responde por los invisibles?”.
—Hace pocos días me dijo un amigo vinculado a la hotelería que en 8 años vamos a tener un grave problema por exceso de oferta de cuartos de hotel, con ocupaciones incluso podrían bajar al 20 por ciento en temporada baja, ¿qué opina al respecto?
—No sé si en 8 años, no sé si ocupaciones bajas del 20 por ciento, para saberlo con precisión eso habría que estudiarlo y hacer una valoración; pero sí estoy segura de que no va a haber la demanda suficiente para toda esta oferta que se está haciendo. El problema es que los destinos se van cansando.
“Vamos a estar viendo tiempos complicados”
—¿Me puede ahondar en ello?
—Si bien van saliendo nuevas generaciones, también van apareciendo nuevos destinos. Entre más oferta, es más difícil. Si no hay un pico tan fuerte (de ocupación), los precios van a ser mucho más baratos por simple oferta y demanda. Sí, me temo que en unos años vamos a estar viviendo tiempos complicados. No somos Europa, que incluso no tiene tantos hoteles y tanta oferta, en toda esa diversidad cultural, gastronómica, y esa historia que la vemos en los libros de historia. A las nuevas generaciones les toca siempre ver la historia de la Segunda Guerra Mundial y da curiosidad. Nuestro fuerte es turismo de playa. Y ¿cuántos destinos de playa van surgiendo?
—Se han anunciado más hoteles, es decir, más cuartos para este año…
—No es sano, económicamente no es sano lo que se está haciendo. Seguimos dependiendo del turismo y hemos encontrado una receta y estamos metiéndole y metiéndole. Siempre será mucho más fácil seguir manteniendo, posicionado a un destino cuando tiene menos oferta (de cuartos) incluso, lo vendes más caro. Cuando amplías la oferta a este grado, dependes de mucha cantidad de turistas y se va agotando el destino. Tenemos muchos clientes repetitivos, pero no es sano lo que se está haciendo.
“Es exploración mucho de lo que hay en la industria hotelera”
—¿Qué argumentan los hoteleros?
—En mi tesis hablé de lo que hicieron: ellos dijeron que “esponjaron el destino”, quiere decir que tiraron hoteles que eran viejos y lo que tenían que hacer era renovar la oferta hotelera donde ya estaba, renovar los cuartos. Sí renovaron. Pero sí tendríamos que dejar de construir por construir, poner un alto.
—España ha estado haciendo muchas regulaciones, sobre todo en temas laborales ¿nos falta hacerlo en ese sentido?
—Tendríamos que hacer muchas de las regulaciones que se hicieron en España.
Se tiene que pagar mejor, porque es exploración mucho de lo que hay en la industria hotelera con los salarios. Alumnos míos trabajan en la hotelería y ganan 10 mil pesos, que yo ganaba hace 20, 25 años en la industria hotelera. Es tremendo porque el nivel de vida no está a ese nivel.
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“El problema de abusar”
—En España se ha regulado mucho al sistema de AirBNB…¿qué opina de esto?
—El AirBNB me gusta mucho porque da otro mercado. No es el problema de ese esquema, sino del abuso que ha habido y que se ha desvirtuado. El AirBNB, originalmente, era una casa y compartías cuartos que no ibas a vivir, porque a lo mejor, los hijos se habían ido, y eso te daba opción como turista. Pero ahora hay edificios que hacen AirBNB y no están regulados y lo que pasa es que no tenemos rentas locales.
—Eso ya se ha visto en otros destinos…
—Lo que pasa en Mallorca y en Ibiza, donde lo tuvieron que controlar porque, incluso, los locales no tenían posibilidades de rentar: todo era para turismo. Es por esos abusos es que se necesita regular. Los abusos han generado problemáticas, e incluso, hay lugares donde no quieren a los turistas, y por eso, es importante regular: el problema de abusar y construir como se está construyendo y es un problema dejarlo todo al turismo.
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